dissabte, 18 d’octubre del 2008

Entrevista a R. Mittermeier, líder conservacionista

Entrevista de La Contra de La Vanguardia (18-oct-08):

"Rusell Mittermeier, doctor en Antropología Biológica, líder mundial de la conservación
"Si queremos paz en el mundo, debemos saber quiénes somos"
IMA SANCHÍS - 18/10/2008

Tengo 58 años. Nací en en el Bronx (Nueva York), hijo de inmigrantes. Vivo en Washington. Casado, tenemos tres hijos, tortugas, serpientes, ranas y lagartos. Mi vida es la conservación. Mi creencia es lo que veo en los ecosistemas naturales, la fuerza de la vida y la unidad.

Cuando a los seis años me preguntaron, ¿qué quieres hacer con tu vida? Lo tenía clarísimo: explorador de las selvas del mundo, y desde entonces no he cambiado.

¿Dónde se ha centrado su interés?

Primero trabajé en la conservación de reptiles, que me encantan y, a partir de los 18 años, con primates.

Y se fue a la selva.

Sí, porque el 90% viven en los bosques tropicales, así que trabajé en la conservación de los bosques, y fui ampliando los intereses hasta ocuparme de la conservación de la biodiversidad del mundo, ¿se imagina?

Sí: reuniones con presidentes, gobernadores, ministros…

Me estrujo el cerebro para justificar en términos económicos, ya que es el único argumento que escuchan, la conservación de los bosques, pero yo hago eso por amor.

... Por eso se le ve tan contento.

Por primera vez, con la gran amenaza del cambio climático, hay interés en dedicar más recursos a la conservación de bosques tropicales, porque como mínimo el 20% de las emisiones contaminantes viene de la quema de esos bosques.

¿Cómo piensa detenerlo?

Pagando por su valor en secuestro de carbono y como fuente de agua.

Usted debe de preferir estar en la selva que con los políticos.

Por supuesto, si quieres paz y comunión con la vida, vete a la selva. Y también excitación, porque nunca sabes cuándo te vas a encontrar con un animal peligroso.

"Tú no ves nada pero hay cien mil ojos que te miran", dice un amigo.

Ese sentimiento de que no eres la especie dominante, te da una cierta humildad que no tenemos en nuestras ciudades, donde lo controlamos todo y nos sentimos lo más importante del planeta. Pero la realidad es que si no tratamos bien al medio ambiente, vamos a tener muchísimos problemas; si, por ejemplo, la Antártida empieza a derretirse, aquí vamos a estar nadando en breve.

¿Con qué animales se entiende mejor?

Con las tortugas, animales muy antiguos con una sabiduría ancestral, criaturas muy especiales que están siendo maltratadas en el mundo entero. Pero un aspecto muy especial de mi trabajo es descubrir especies nuevas para la ciencia o consideradas extintas.

¿Cuántas llevan su apellido?

Tres ranas, dos especies de lémures y una hormiga, y he descrito 8 especies de primates y tres de tortugas no conocidas antes.

Logros estimulantes, pero yo quería que me explicara hallazgos personales.

Tener hijos y ver su desarrollo. Han seguido mis pasos y están más allá de mí, y eso es lo más especial que me ha sucedido. Y estudiando los primates me he dado cuenta de que nos parecemos mucho, mucho, mucho.

Sí, no hay más que verlos.

Los babuinos tienen una organización social muy similar a la nuestra. Entendiendo su comportamiento se entiende mejor el humano: cómo se relacionan hembras y machos, cómo los jóvenes intentan tomar su poder en la sociedad... Por eso tengo claro que para llegar a una situación de paz en el mundo es necesario hacer paralelismos.

¿?

Si tratamos de llegar a la paz sólo culturalmente sin entender las bases biológicas no vamos a tener éxito. Hay ciertos elementos básicos en el comportamiento humano que vienen de nuestra historia como especie.

¿Hay especies que se comporten más civilizadamente que nosotros?

No, pero nosotros somos muchos. El tribalismo es algo integral en nuestro comportamiento, lo que sucedió en Ruanda, Yugoslavia, no se soluciona con tratados, debemos saber quiénes somos.

Babuinos.

Yo trabajo mucho con indígenas que viven de acuerdo con la naturaleza y veo que entienden mejor lo que está pasando en el mundo que nosotros. Ellos son pobres en dinero pero espiritualmente, sin necesidad de tener una religión organizada, son mucho más fuertes, porque comprenden su situación en el ecosistema local, regional y global. Y nosotros con nuestra tele y nuestras conexiones a internet, estamos cada vez más aislados, es un problema que yo trato de evitar sobre todo con mis hijos.

¿Cómo?

Me he ocupado de que entiendan lo que es el mundo natural y que pertenecemos a él, porque eso que nadie se cree, que si acabamos con las bases ambientales acabaremos con nuestras sociedades, es una realidad.

Recuperar la sensibilidad, el olfato, el oído... que hemos perdido no será fácil.

A mí una de las cosas que más me divierten es encontrar animales peligrosos en la selva. Una vez tropecé con un tigre a diez metros e hice lo que no hay que hacer: correr. Esas experiencias te llenan de humildad.

¿Y para eso necesita un tigre?

Bueno, soy un macho. Cuando era pequeño hice una lista de las especies especialísimas que quería ver en el mundo, y cada año trato de ir a esos lugares remotos para intentar ver una especie más de mi lista infantil.

¿Cómo inocular amor a los animales?

En mi caso fue mi madre, una inmigrante alemana que cada semana me llevaba al zoo y al Museo de Historia Natural, y Tarzán. A los niños no hay que decirles lo que deben hacer, hay que exponerlos a ese contacto y ellos solos se reconocerán en él.

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Héroe del planeta

Lo que más me asombra de este hombre vital, además de la sana envidia de que se enriquezca con la convivencia con otras especies (tiene más de 40 animales en su invernadero) y de sus continuos viajes a las selvas tropicales, es su determinación. A los seis años confeccionó esa lista de la que siempre hablan los libros de autoayuda, con las especies que quería conocer en su vida y, año tras año, va tachando. Es el máximo responsable de los mamíferos de la lista roja de la especies amenazadas de la UICN (uno de cada 4 en peligro de extinción) y ha sido una de las estrellas del Congreso Mundial de la Naturaleza celebrado en Barcelona. Times Magazine lo considera "héroe del planeta"."